En este dossier de investigación plástica, presento cuerpos humanos como platos de cocina elaborados.
El comer, ya humanamente, tiene el valor del alimento, combustible para nuestro organismo. Pero a la vez tiene connotaciones simbólicas muy expresivas.
Por ello me gustaría mostrar antes que nada, ritos relacionados con la comida en nuestra sociedad, y no podría faltar la religión predominante de nuestra sociedad, la cristiana, la comida simboliza el rito de la Eucaristía.
Al comer el pan, estamos convencidos de que nos alimentamos con el Cuerpo de Cristo. Su palabra ("esto es mi Cuerpo") significa ser el Cuerpo de Dios que ha querido ser nuestro alimento. Este es el primer sentido que Cristo ha querido dar a la comida eucarística: "mi carne es verdadera comida".
Comer, para muchos expertos, no sólo consiste en saciar el apetito, disfrutar del paladar y mantener el organismo, sino hacerlo en comunión con otras personas e inclusive hacerlo con carácter sagrado.
Si nos vamos a culturas como China o Japón, comer es todo un ritual. La combinación armónica de ingredientes, el sabor de los alimentos y la elegancia en el arreglo de las vajillas permite alcanzar un equilibrio nutricional y una placentera experiencia para los sentidos.
Con esta importancia sobre el ritual de la comida, en mi proyecto, propongo un ritual de canibalismo, En la psicología el canibalismo se describe como el resultado de impulsos agresivos-orales no controlados, un acto antisocial tenido del deseo de dominación.
El deseo, se dice, del anhelo de saciar un gusto.
El deseo es una maquinación mental, que trastorna el cuerpo y la mente que habita. Pues desde que se comienza a desear algo, no descansa hasta conseguirlo, y busca todas las posibles opciones para poseerlo.
A cada deseo le precede un sentimiento, por ejemplo, se puede decir que al deseo sexual le precede un sentimiento de atracción.
El deseo sea del tipo que sea y su satisfacción, forman parte de la naturaleza humana, y solo las normas sociales nos impiden realizarlos.
El deseo que yo propongo en este trabajo es el más primario de todos, el deseo carnal.
La carne, que simboliza nuestros instintos, la parte menos racional de nuestra personalidad.
Es un alimento primario, se devora, y se relaciona con un estado pasional. Las emociones dominan la razón. Se deja llevar por la pasión sin pensar demasiado en las consecuencias. Actúa por instinto. Busca el placer más terrenal.
Además, si la carne es cruda, la simbología es la purificación del organismo, como nos cuenta Merio tello en su diccionario de los símbolos.
En mi proyecto, la carne es mostrada, utilizada y organizada con crudeza, belleza y delicadeza, creando un lenguaje violento y armónico, instintivo e intenso.
Querer poseer un cuerpo por completo, hasta que forme parte de uno mismo y proporcione energía, sea su combustible.
Un menú de formas, un recetario de platos con un aire galante, sofisticado y erótico, llenos de belleza y dolor.
El espectador podrá elegir, al igual que en la vida real, el cuerpo que el desea, a “la carta”, y preparado a su gusto. Esto hace que la obra interactúe con el espectador, y narre por si sola, algo que pretendía desde el principio.
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