lunes, 21 de marzo de 2011

Exposición nº 17. Adam Fuss. Fundación Mapfre





La exposición que nos ofrece la sala Mapfre presenta obra del artista Adam Fuss.

Sus fotografías son grandes experimentos. Entre sus series, destaca la de “My Ghost”, realizada entre 2000 y 2009, mediante la técnica del daguerrotipo. Es una serie muy evocadora, intimista, que evoca al pasado, una fusión entre las ausencias y las presencias, el representar algo que ya no está. Entre las piezas destacan faldones de bautismo, cisnes con alas desplegadas, mariposas, que son realmente melancólicas y abrazan una fina y frágil línea entre la vida y la muerte.

Realiza daguerrotipos y fotogramas, trabaja con piezas únicas sobre papel fotosensible, transmitiendo una sensación vivida e intensa de realidad. Las fotografías son singularmente bellas, hablan sobre cosas eternas y atemporales. La noción de pérdida está siempre presente en toda su producción.

En su serie más reciente de daguerrotipos, “Home and the world” (2010), observamos el gran formato de su última obra -60 x 96 cm-, tal vez inédito en la historia.

Como dato, decir que el artita admite que los fotogramas sobre bebés no son suyos, sino que le representan a él. Normalmente, cuando se ha representado lo hace con la idea de infancia, de una nueva vida.

Un motivo que repite con constancia en sus series es el de la serpiente. La serpiente siempre ha sobrevivido. La serpiente para Adam Fuss es un símbolo de curación, de vida y también está la serpiente de la moralidad, a la que relaciona con Dios y con la humanidad, a través de los pasajes bíblicos donde aparece la serpiente; y en los mitológicos, la Medusa.

Es una gran colección de fotografía del siglo XIX en el que el concepto funerario y de conmemoración, de vida y muerte, pasean por su extensa.

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